Imagina a un grupo de profesionales locos por las fundas. Un equipo que cree firmemente que las cosas pueden hacerse de otra manera, que cualquier sofá, chaise longue o sillón merece y puede tener una segunda vida, que una funda puede ser la mejor solución para decorar, reutilizar y dar vida a tu casa de un solo plumazo.
Esos somos nosotros: los herederos de una familia que siempre ha vivido por y para el textil, con pasión, determinación y trabajo. Y con mucha alegría, que es como mejor se hacen las cosas. Una familia que hace más de treinta años abrió un pequeño negocio que hoy ha crecido gracias al empeño y las ganas de mejorar.
Porque cuando logramos algo, queremos hacerlo mejor. Y cuando te ofrecemos un servicio nuevo, queremos que sea perfecto. Y cuando creamos un nuevo modelo, ya estamos pensando en el siguiente. Así somos, así entendemos la vida y el trabajo, que para nosotros significa ofrecer algo de valor a los demás.
Y ese algo nuestro es muy sencillo y a la vez muy importante: una segunda oportunidad para tu sofá. Una oportunidad de renovarlo, de darle otro aire y de hacer que te sirva para mucho más tiempo. Por eso nos especializamos en fundas con mucha vida y nos formamos para que nuestras fundas tengan calidad y diseño a partes iguales.
Estudiamos los sofás para saber cómo hacer que las fundas sean cada vez más fáciles de poner, de lavar, de utilizar... Investigamos las tendencias de moda para ofrecerte diseños, estampados, colores que te pongan muy difícil elegir tu modelo. Y, sobre todo, trabajamos cada día para llegar a personas que, como nosotros, creen que renovar o reutilizar es mejor que tirar, que tu sofá es parte importante de tu casa y se merece lo mejor.
Déjanos ayudarte a elegir la mejor funda para tu sofá y para tu casa. Estamos más que preparados para asesorarte y con muchísimas ganas de recibirte en esta familia de locos por las fundas. Así que, si estás listo para renovar, para sumarte a la nueva forma de hacer las cosas, apuesta por las fundas con mucha vida y podrás gritar con nosotros...
¡Larga vida a mi sofá!